En este apartado hablaremos de la necesidad de comenzar a inculcar una educación no sexista desde los primeros años de vida, analizando como se adquieren los roles y estereotipos de género y los factores que influyen en su aprendizaje, también veremos el papel que adquieren los adultos en la adquisición de estos.
Los niños cuando nacen son seres sin identidad personal, será a través de la interacción con el medio cuando adquieran su identidad personal. Antes del año y medio empiezan a manifestar preferencias según su sexo (juguetes, actividades); de un año a tres años se auto clasifican en una categoría sexual, ej: “soy como mi papá”; y a partir de los tres años ya conocen la identidad sexual y a partir de ella definen sus preferencias.
El primer medio social que rodea al bebé son sus padres, y por ello son los mayores agentes en la construcción de su identidad y los principales transmisores de valores, junto a los educadores.
La familia transmite estereotipos de género de tres formas:
1. Expectativas que tienen los padres acerca del comportamiento de los hijos.
2. Si los tratan de forma diferente o no según sean niño o niña.
3. Las relaciones entre la madre y el padre
Decir también que los niños no solo se ven influenciados por los adultos, sino también por sus iguales, ya que necesitan sentirse aceptados por sus compañeros.
Otro factor son los medios de comunicación, ya que diferentes anuncios y programas transmiten información de los papeles propios de cada sexo y que los niños van asimilando inconscientemente.
Por último están los cuentos tradicionales, cuyos personajes llevan una carga de valores y actitudes muy estereotipados.
Ej: niños valientes, niñas buenas y miedosas.
Los niños cuando nacen son seres sin identidad personal, será a través de la interacción con el medio cuando adquieran su identidad personal. Antes del año y medio empiezan a manifestar preferencias según su sexo (juguetes, actividades); de un año a tres años se auto clasifican en una categoría sexual, ej: “soy como mi papá”; y a partir de los tres años ya conocen la identidad sexual y a partir de ella definen sus preferencias.
El primer medio social que rodea al bebé son sus padres, y por ello son los mayores agentes en la construcción de su identidad y los principales transmisores de valores, junto a los educadores.
La familia transmite estereotipos de género de tres formas:
1. Expectativas que tienen los padres acerca del comportamiento de los hijos.
2. Si los tratan de forma diferente o no según sean niño o niña.
3. Las relaciones entre la madre y el padre
Decir también que los niños no solo se ven influenciados por los adultos, sino también por sus iguales, ya que necesitan sentirse aceptados por sus compañeros.
Otro factor son los medios de comunicación, ya que diferentes anuncios y programas transmiten información de los papeles propios de cada sexo y que los niños van asimilando inconscientemente.
Por último están los cuentos tradicionales, cuyos personajes llevan una carga de valores y actitudes muy estereotipados.
Ej: niños valientes, niñas buenas y miedosas.
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